Un año después de las tormentas: la recuperación y la atención de salud en Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. (Informe)
Un año después que los huracanes Irma y María tocaran tierra, Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU. (USVI) todavía sienten los efectos de las tormentas. Basándose en entrevistas con partes interesadas clave y en informes públicos, este reporte proporciona una visión general del estado de recuperación y los esfuerzos de preparación para la actual temporada de huracanes, un año después de las tormentas, enfocándose en los sistemas de atención de salud de los territorios. El informe halló que:
La recuperación ha progresado, pero ha sido lenta y desigual, y los desafíos continúan. Aunque la electricidad se ha restaurado en gran parte de los territorios, Puerto Rico aún experimenta inestabilidad energética, y sus dos islas cercanas a la costa todavía no están conectadas a la red eléctrica. En ambos territorios, la recuperación económica y el progreso en la reparación de viviendas están avanzando lentamente. Al comienzo de un nuevo año escolar, muchos niños continúan enfrentando horarios escolares irregulares, debido a demoras en la reparación y construcción de aulas temporales. La emigración posterior a los huracanes ha dejado a los territorios con una población desproporcionadamente mayor, discapacitada y en desventaja económica, a medida que enfrentan la recuperación.
Un año después, la salud mental sigue siendo una crisis en ambos territorios. Puerto Rico ha experimentado un aumento tanto en las muertes por suicidio como en las llamadas a la línea directa de ayuda sobre suicidios durante los nueve meses posteriores a los huracanes. Los residentes también continúan lidiando con desafíos de salud física exacerbados por las tormentas, como el control de la diabetes y otras enfermedades crónicas.
Los sistemas de atención de salud de los territorios han visto avances en la recuperación, pero aún existen brechas importantes. Los proveedores en ambos territorios han restablecido el acceso a algunos servicios que estaban limitados por el daño provocado por los huracanes, mientras que otros servicios permanecen cerrados ya que los proveedores esperan la evaluación de daños y la reconstrucción. La escasez de proveedores en salud mental, enfermería y ciertas subespecialidades presentan desafíos para la prestación de servicios en ambos territorios. La recuperación del sistema de atención médica en las islas costeras y las áreas rurales de Puerto Rico están rezagadas con respecto al resto del territorio. En USVI, los hospitales y las clínicas siguen dañados y funcionan muy por debajo de los niveles necesarios para prestación de servicios, y capacidad de camas para internaciones.
El financiamiento federal ha sido fundamental para la recuperación, pero las partes interesadas informan sobre obstáculos para acceder a los fondos de recuperación federales y están preocupados por el fin del apoyo financiero temporal para Medicaid, que expira a fines de septiembre de 2019. Funcionarios de salud del territorio han utilizado fondos adicionales de Medicaid, del proyecto de ley de presupuesto de febrero de 2018, para respaldar la cobertura e incrementar las tasas de reembolso. Pero les preocupa el financiamiento a largo plazo. Funcionarios citaron reglas complejas, papeleo excesivo, rotación del personal de FEMA y comunicación deficiente como las barreras más críticas para acceder al conjunto de fondos de recuperación federal. Los proveedores de servicios de salud encontraron apoyo útil en organizaciones no gubernamentales (ONG) y en la filantropía, para avanzar en la recuperación con menos burocracia.
Los territorios están avanzando con cambios más amplios en el sistema de salud, incluidos importantes recortes de gastos en Puerto Rico. El Consejo de Administración y Supervisión Financiera, creado por el Congreso para supervisar la reestructuración más amplia de la deuda en Puerto Rico, aprobó el plan fiscal del territorio de mayo de 2018, que exige recortes de gastos de $9.5 mil millones en los próximos seis años. Los cambios en el sistema de atención médica delineados en el plan pueden complicar la recuperación del territorio tras los huracanes, ya que la implementación de cambios importantes está programada para el otoño de 2018. Al mismo tiempo, los esfuerzos del sistema de monitoreo y preparación amplios de USVI comenzaron antes que los huracanes avanzaran, junto con el trabajo del territorio en la recuperación y preparación de huracanes.
En medio de la recuperación de los huracanes de 2017, los funcionarios del territorio y los proveedores de atención médica se están preparando para la temporada de huracanes de 2018. Las principales prioridades incluyen el desarrollo de fuentes de energía alternativas, como energía solar y generadores de respaldo, así como mejores procesos para identificar y monitorear pacientes que pueden necesitar traslados médicos o consideraciones de atención especial. Algunos funcionarios informaron que han mejorado los procedimientos para los períodos inmediatamente anteriores y posteriores a un huracán, mientras que otros informaron que los simulacros y los eventos anteriores a una tormenta revelan brechas continuas en los preparativos para otra tormenta. Estos funcionarios expresaron especial preocupación por las áreas que todavía están sufriendo por las tormentas del año pasado.
Tanto Puerto Rico como las Islas Vírgenes de los Estados Unidos han lanzado planes integrales de recuperación, pero estos planes exigen grandes inversiones de capital. Aún quedan preguntas sobre la disponibilidad de financiamiento federal adicional para continuar los esfuerzos de recuperación, y la posibilidad de cambios a largo plazo en el financiamiento de Medicaid antes de la expiración de los fondos temporales, a fines de septiembre de 2019. Mirando hacia el futuro, los territorios se enfocan en superar la temporada de huracanes de 2018 y continuar trabajando por la recuperación total y la estabilidad fiscal en el futuro.